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Historia

Un lugar de legado ancestral.

Municipio de Culiacán

Fue el 29 de septiembre de 1531 cuando se acuerda, por el conquistador español Nuño Beltrán de Guzmán. Aunque se desconoce el día exacto, se acomodó al santoral por el Arcángel San Miguel a cuyo patronazgo se ofreció el primer asentamiento.

El asentamiento prehispánico más grande de la zona data del año 628, y se le llamaba Huey Colhuacan. Según los hallazgos arqueológicos estaba ubicado cercano al actual Culiacancito.

Se sabe que la peregrinación de los aztecas atravesó por la zona antes de llegar al Valle de México, habiendo quienes aventuran que el culto a Huitzilopochtli nació en el poblado, y que la mítica Aztlán se ubicaba cercana.

Este antiguo asentamiento indígena fue fundado por la tribu nahualteca Colhua. La indonimia Colhuacan es un vocablo náhuatl. Dicho vocablo viene del idioma azteca compuesto de col-huacan. La partícula col, viene de Coltzin, nombre de la deidad que las tribus regionales adoraban; Hua, que significa tenencia, o que tienen, y  can, que quiere decir lugar. Por la expresión, Culiacán, se entiende como “Lugar de los que tienen por dios a Coltzin”.

Edificio del actual Ayuntamiento, en su etapa como hospicio .

Antigua parroquia colonial de Culiacán junto a la actual catedral durante su construcción. a finales del siglo XIX.

Llegada de los españoles.

Los conquistadores, encabezados por Nuño Beltrán de Guzmán y Lázaro de Cebreros hicieron de la Villa de San Miguel (más tarde de Culiacán), el centro de operaciones para las empresas relativas a la explotación, evangelización y colonización de gran parte del Noroeste de lo que hoy en México. Se levantó como asentamiento español virreinal entre fines del siglo XVI y principios del XVII, conservando su nombre hasta finales de la Guerra de Independencia.

La Villa de San Miguel (más tarde de Culiacán), fue erigida en provincia, a fines del siglo XVI y principios del XVII, convirtiéndose en centro de operaciones para la explotación, conquista, evangelización y colonización de los pueblos del noroeste mexicano. Hasta mediados del siglo XVII la villa conservó el nombre de San Miguel de Culiacán, hasta la consumación de la Independencia de España.

El primer encuentro de los europeos en la zona fue con un asentamiento pequeño de nativos que se identificaban como Tahue. En la zona habitaban también tebacas, pacaxes, sabaibos y achires.

Los colonizadores hispanos delimitaron lo que llamaron la provincia de Culiacán, al sur por el río Elota y al norte por el río Mocorito, formó parte del Reino de la Nueva Galicia. Dicha administración se mantuvo vigente hasta 1786, cuando se implementó el sistema de intendencias y los actuales estados de Sonora y Sinaloa pasaron a formar la intendencia de Arizpe. La provincia de Culiacán dio origen al partido del mismo nombre con igual jurisdicción

Culiacán Ciudad

El tratamiento de villa, duró hasta terminada la guerra independencia. Y fue el 6 de octubre de 1821, se jura dicha libertad a la Corona Española en Culiacán. Se le otorgó la categoría de ciudad, el día 21 de julio de 1823, al ser separadas por decreto del Congreso, las provincias de Sonora y Sinaloa.

Sin embargo al siguiente año de 1824, por Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, se vuelven a reunir Sinaloa y Sonora, formando el Estado de Occidente, por lo que el papel de Culiacán se vio afectado, hasta que en 1830, se separan en forma definitiva ambas  provincias y designándose capital del estado de Sinaloa a la ciudad de Culiacán.

El 12 de mayo de 1842, el Obispo de la Diócesis  Sonora y Sinaloa de Culiacán, Don Lázaro de la Garza y Ballesteros, puso la primera piedra de la actual Catedral, confirmando la ciudad como su sede episcopal, y dándole relevancia sobre otros asentamientos grandes del Noroeste.

Desde una vez establecida como centro de control a finales del siglo XIX, Culiacán inició su etapa de industrialización que continuó hasta el inicio del XX, durante el porfiriato.

Estampa de la ciudad al inicio de su periodo industrial, que muestra el primer automóvil de Culiacán que recorre el actual puente Cañedo con Catedral de fondo.

Melquiades Melendez, aparece aquí al frente de su milicia. Este grupo fue el autor de la quema de la La Aurora y otros actos contra el gobierno de la época.

La revolución del siglo XX

La industria manufacturera en Culiacán se levantó con una fábrica textilera y un ingenio que procesaba derivados del azúcar, así como otras empresas de menor calado que igualmente impulsaro el desarrollo económico y social. Esta bonanza tuvo un fin abrupto debido a las tensiones sociales y políticas que estallaron en la Gerra de Revolución. En 1913 el general Álvaro Obregón tomó la ciudad, trayendo así el conflicto que cambiaría el país. En el proceso las fábricas fueron tomadas y una de ellas quemada casi hasta los cimientos, como un gesto de anarquía ante el gobierno de la época y sus simpatizantes.

Terminado la lucha armada la economía se abocó al negocio agronómico, explotando las tierras generosas y fértiles de la región. Dicho cambio fue apoyado por grandes obras hidráulicas tales como la Presa Sanalona iniciada en 1948, y que fincaron para Culiacán su lugar de capital agrícola del estado y el país.

Reflexión

Sobre ríos de torrente y arroyos de cascada está sentada Culiacán. De torrentes y cascadas son los hilos con que se teje su historia

Adrián García Cortés (1924-2014), Cronista de la ciudad de Culiacán

Av. Álvaro Obregón y Mariano Escobedo S/N Centro  C.P. 80000 Culiacán, Sinaloa,  México. Teléfono (667) 7580101 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.