Con numerosos nombres a lo largo del tiempo, es el punto focal de la traza urbana en Culiacán, desde sus orígenes en la época colonial. Ha recibido numerosos nombres a lo largo de sus más de 400 años de existencia.
El dato más antiguo que se conoce donde se le refiere la existencia de ésta locación es de 1602, cuando por aquel entonces se nombraba Plaza Mayor, en la Villa de San Miguel de Culiacán.
Su actual nombre vino en 1928 tras el asesinato del presidente, el general Álvaro Obregón, en cuyo honor también se nombró también la calle principal de la ciudad.
Es de destacarse en la plaza la estatua ecuestre del general Antonio Rosales, el cañón que el héroe que usara en la Batalla de San Pedro de 1864 y sobre todo el kiosco.
Limita junto a la calle general Antonio Rosales con el edifico La Lonja, construido en el estilo arquitectónico del funcionalismo utilitario de mediados del siglo XX. Substituye a al antiguo hotel de principios del siglo XIX, llamado El Cosmopolita, al que los culiacanenses de la época llamaban La Lonja por su forma alargada, y de ahí se heredó el nombre para la actual edificación inaugurada en 1958.