Punto de especial relevancia cultural, deportiva y sobre todo de esparcimiento para lo culiacanenses, en especial los jóvenes de las escuelas cercanas que han hecho los alrededores de la ya legendaria fuente sodas, su lugar de estar tras las clases e incluso fines de semana.
Su nombre viene en conmemoración de Guerra Revolucionaria, fue precisamente el 20 de noviembre de 1938, que se inauguró sobre terrenos donados por el ingeniero Manuel Rivas, quien concedió el predio con la idea de que se empleara para realizar actividades deportivas, lo que hasta la fecha se mantiene. Originalmente era más un lugar de recreación infantil con juegos mecánicos sencillos, aunque contaba también con una alberca. Fue en 1950 que se agregó la famosa refresquería que hasta hoy perdura, que se conoce como Las Paraguas.
En el año de 1961 se le dio el aspecto hoy identificable al parque. Dichas mejoras fueron dirigidas por el arquitecto Jaime Sevilla Pollastro y fue cuando su famosa arena se levantó, que fue cede de numerosos eventos atléticos bajo techo, pero especialmente son recordados los de boxeo y Lucha libre. Fue en ese entonces que el paisajista urbano de Carlos Murillo, arborizó el lugar, pero especialmente se recuerda que fue cuando dos de las obras de Rolando Arjona Amábilis se erigieron como símbolos en el paisaje urbano de Culiacán: El mural en mosaico en representación del movimiento revolucionario y el monumento a la Madre Tierra, conocido comúnmente como “La Locha”.
A principios de los años noventa se levantó la actual torre del reloj, llamada el Reloj Rotario, debido a que esa organización donó y organizó dicha obra. Un muy recordado punto de referencia para los culiacanenses, con sus caras apuntando a cada punto cardinal y las melodías de sus campanadas que hacen echo por la ciudad en el silencio de la noche.
La última gran remodelación fue en 2013, cuando se le dio el aspecto actual que recibe al visitante. Sobre todo, es de recordar que las instalaciones techadas fueron totalmente modernizadas y llamadas “Polideportivo Juan S. Millán”, con capacidad para recibir una mayor variedad de justas deportivas, especialmente de Basquetbol, ya que es la sede del equipo local “Los Caballeros de Culiacán”. Además, se dio un aspecto de estanque a la fuente que enmarca a la legendaria locha, para dársele aspecto de estanque y se substituyó la llamada “fuente de los Hongos”, por una de chorros desde el suelo con espectáculo de luces, a la que acuden los niños ( y algunos jóvenes) acuden refrescarse durante el verano.
Asimismo se agregaron mesas de concreto con tableros de ajedrez, en mímica de uno monumental en el suelo, aparte de que la fuente de sodas fue rehabilitada a un aspecto más moderno, y es sede cada domingo de bailes populares gratuitos.
